La escasez es un concepto central para la economía y ha sido subrayado en mayor o menor medida por todas las escuelas económicas. La definición clásica de lo que sea la economía es de Lionel Robbins, quien afirma:
«La economía es la ciencia que se encarga del estudio de la satisfacción de las necesidades humanas mediante bienes que, siendo escasos, tienen usos alternativos entre los cuales hay que optar«.
La propiedad es un concepto que sigue de forma lógica a la escasez: cuando un bien no es escaso y se encuentra a disposición de de todos en cantidades inagotables el derecho de propiedad se torna innecesario; es por eso que, hasta hoy, el aire ha sido gratis y nadie ha tratado de ostentar sobre el mismo un derecho de propiedad. Ciertamente, algún puntilloso me dirá que en estos tiempos el aire limpio se está volviendo escaso, y yo, por mi parte, no podré sino responderle que precisamente por eso ya se empieza a comerciar con él, aunque sea en forma de cupos de emisiones de gases derivados del protocolo de Kioto.
En fin, no nos apartemos del tema, la propiedad sólo tiene sentido respecto de los bienes escasos, los bienes superabundantes, inagotables, son bienes para los cuales no fue pensado el derecho de propiedad.
El derecho de propiedad se configura como un juego de suma cero; es decir, un juego en que la ganancia o pérdida de un participante se equilibra con exactitud con las pérdidas o ganancias de los otros participantes. Dicho de otro modo, si yo te vendo una mesa tú tendrás la mesa y yo no; si tú me entregas dinero a cambio de la mesa yo tendré el dinero y tú no. Simple y efectivo, hasta un niño lo entendería. Continuar leyendo «Una propiedad inventada: La «propiedad intelectual»»