La tragedia ha sido enorme, el dolor inmenso y la desolación también. Pero la solidaridad ha sido grande y el dolor ha sido sentido por todos como propio.
Solidaridad es palabra que deriva de solidus, vocablo latino con el que también están emparentados sueldo y soldado. Nos hacemos solidarios porque nos fundimos, nos soldamos, con los demás en su dolor o en su afán y al hacerlo recuperamos esa humanidad de la que desertamos diariamente.
Ha sucedido en Santiago la víspera de Santiago, esa quimera que durante siglos ha sido la contraseña para que los habitantes de esta piel de toro se movilicen solidariamente. «Santiago y cierra España» era el santo y seña. Pero «cerrar» no significa sólo acometer o atacar, significa también unir, hermanar, apiñar… Y hoy en verdad Santiago hermana España y a los españoles solidarios que, en este infausto día de Santiago, cierran filas contra la muerte.