Dijo Pemán de Lola Flores: «ni canta bien ni baila bien, pero, por dios, no se la pierdan». Yo puedo ser mucho más breve aún hablando de este trío, simplemente: «no se los pierdan».
Estos tres personajes son la quintaesencia del espectáculo. El primero es David Martínez «El Divis», Maestro Internacional de Ajedrez, un madrileño cesante de joven que perdió súbitamente y en oscuras circunstncias su magnífica melena y que ahora luce una calva casi clerical. Serio y responsable es el encargado de que las retransmisiones de los torneos de ajedrez que realizan salgan como deben de salir. Con coña y retranca, él, sin saberlo, ejerce el papel de Clown de la «truppe», el personaje serio a quien le estropea la vida sistemáticamente un Augusto insuperable, Pepe Cuenca, un ingeniero y Gran Maestro granadino sin vestigio alguno de mala follá, un sujeto protéico, disparatado, que lo mismo destroza el set televisivo cuidadosamente montado por el Divis, que hace burlas de su inexistente melena, todo ello regado con abundantes citas apócrifas de Confucio y «Pichote», un filósofo cuyo mayor logro fue introducir la bisectriz de su ángulo en un bote.
Gracias a Pepe Cuenca sabemos que el peón alfil rey (el peón «f») se llama Facundo y es el único en quien podemos confiar cuando todo está perdido. De modales cimarrones y asilvestrados es la perfecta réplica al Divis.
Con ellos dos el espectáculo está servido todas las tardes a partir de las 4 de la tarde en el canal de Youtube de Chess24.
Algunas veces al Augusto Pepe Cuenca le aparece la réplica adecuada en la forma de un contra-augusto, el «Niño Antón», David Antón, Gran Maestro de Ajedrez y uno de los pocos españoles que se encuentran en la élite mundial de este juego. Canijo rozando la escualidez el «Niño Antón» está en las antípodas de Pepe Cuenca (un sujeto capaz de zamparse un bocadillo de sobrasada en dos bocados) pero juega mejor que él y «seca» muchas de sus delirantes intervenciones.
Sí, el ajedrez está de moda y le aseguro que ellos son buenos, muy buenos. Aunque usted no sepa jugar al ajedrez ni entienda nada no se preocupe, véalos, le aseguro que acabará usted confiando en Facundo y jugando la Defensa Philidor o la Escandimala y, hasta es posible, que un día, cuando vea usted a su novio, acabe llamándole «Queriding Lirén».
No trate de entenderme. Véalos.
El trabajo que estan haciendo por el ajedrez es para quitarse el sombrero! Enorabuena, seguid asi y disfrutemos de jugones del tipo magnus almendrado carlsen o bigotillo firouza!