Vivir es ir eligiendo a cada instante una opción y renunciando a todas las demás, descartar miles de biografías posibles para escribir sólo una: la tuya.
Es por eso que cuando, avanzada la vida, tomas conciencia de lo que eres, muy a menudo añoras esa lejana edad de oro en que todo era posible, en que, como diría el maestro Landero, no había proyecto que excediera los límites de nuestro afán.
Pero esa edad de oro era solo un espejismo, podías vivir cualquier vida, sí, pero habías de elegir una y elegir siempre es renunciar.
Ahora que ya has elegido y sientes que ya no puedes ser lo que quieras, que eres lo que eres (lo que has ido eligiendo ser) y que esa es la cera que arde y se consume, seguramente añoras ese momento mágico en que la vida se mostraba ante ti para que tomases de ella lo que prefirieses.
Pero ya te lo dije, vivir es elegir una de entre todas las vidas posibles e ir escribiendo, elección a elección, una única biografía: la tuya.