«El fútbol es solo un juego» —repite conmigo— «el fútbol es solo un juego».
Y ahora relájate.
Cucurella no es Blas de Lezo, el encuentro de mañana en Berlín no es la batalla de Cartagena de Indias, ganar o perder no cambiará tu vida en lo esencial, si acaso te dará unas horas de alegría.
Cuando el 25 de junio de 1978 la selección argentina de Mario Alberto Kempes se proclamó campeona del mundo lo hizo tan solo para descubrir apenas un día después que, pasada la resaca, los dictadores, Videla y el resto de la Junta, —como el dinosaurio— seguían ahí. En 1982 Argentina jugó el mundial de España en medio de una tristísima guerra.
Seguramente mucha gente en Argentina celebró el triunfo de 1978 de corazón y con buena fe, pero el fútbol —repítelo conmigo— solo es un juego, así que relájate. Deja de llenarme el Facebook con infantiles mensajes belicoso-patriótico-delirantes y recupera la cordura: el fútbol es solo un juego, relájate y disfruta del juego, lo demás solo son paranoias y obsesiones que llevas en la cabeza. Pasado mañana, se gane o se pierda, seremos los mismos, quizá con unas cuantas horas más de alegría.
Grande Don José… 👌
Gracias!!!