El gobierno ha decidido aprobar antes de finales de julio una insensata ley de justicia gratuita. Pero antes del 31 de julio está el 7. El lunes día 7 vamos a celebrar San Fermín en #T con un buen #Txupinazo A las 22:00 tenemos una cita por la justicia gratuita. Cargad el teléfono y a 21:45 todos en sus puestos.
Eladio Lidón y tuíter. Cuando poco es mucho.

Yo tenía hace años un amigo que murió: Eladio Lidón. Cuando yo era un crío (hijo de guardia civil) él era comunista y jugaba en mi equipo de ajedrez, tendría 30 años más que yo.

En los primeros años 70 imprimir octavillas pidiendo democracia era delito, pero él y gente como él creían que repartiendo cien o ciento cincuenta octavillas podrían cambiar la situación política. Las imprimían con unos rudimentarios artilugios compuestos básicamente por dos tablas a los que llamaban «impresoras vietnamitas»; la mera tenencia de una de esas «vietnamitas» ya te conducía prisión. Eladio, finalmente, pasó dos años en la cárcel.
Ahora que podemos hacer llegar nuestros mensajes a todos los confines del mundo pienso en Eladio y en hombres como él… ¿Qué no habrían dado por tener una cuenta de tuíter? Y siento que no tengo derecho a quejarme.
Por eso no hace mucho colgué en mi blog la historia de Herminio da Palma Inacio… Porque me acordaba de Eladio, de sus octavillas, de lo buen hombre que era y de lo bien que jugaba la variante del Dragón de la defensa Siciliana… Y de lo que habría dado por tener una cuenta de tuíter.
Tribunales de Distancia (I): La cancamusa del ahorro.
Como ya he tenido ocasión de contar en otros post, al dicho o hecho con que se pretende desorientar a alguien para que no advierta el engaño de que va a ser objeto se le llama en español «cancamusa» y, aunque el término está en desuso, describe a la perfección la principal actividad de buena parte de nuestros representantes políticos. Particularmente apropiado resulta este término cuando de las iniciativas legislativas del ministerio de justicia se trata (¿recuerdan la cancamusa de que «las tasas irán destinadas a justicia gratuita»?) y créanme si les digo que todo el anteproyecto de ley de Ley Orgánica del Poder Judicial (ALOPJ) está rodeado, cuando no sumergido, en ellas.
Como sin duda sabrán el ALOPJ supone un nuevo diseño de toda la organización judicial española y, tal y como dice su propio texto, una de las piedras angulares del mismo será la creación de los llamados «Tribunales Provinciales de Instancia» que, conforme al propio anteproyecto (artículo 84), tendrán su sede en la capital de provincia
APLO Poder Judicial nueva versión 4-4-14
3. Los Tribunales Provinciales de Instancia tomarán el nombre de la correspondiente provincia en cuya capital tendrán su sede oficial.
Esto supone «de facto» la desaparición de la mayor parte de los partidos judiciales de España que pasarán de los más de 400 actuales a menos de 60 dejando a casi 360 municipios sin juzgados.
¿Por qué se hace esto? Según el preámbulo del anteproyecto se hace porque…
APLO Poder Judicial nueva versión 4-4-14
Con ello se pretende alcanzar las ventajas que una completa provincialización de la Administración de Justicia traería consigo y que son las que se derivan de las economías de escala – mensurables en términos de medios personales y materiales, tiempo, etc.
Pero… ¿es verdad que dicho Tribunal de Instancia sito en la capital de provincia supone ahorro alguno para el conjunto de la nación? Echemos unas cuentas…
Lo primero que a uno se le ocurre es que, con la creación de los Tribunales de Instancia y su ubicación en la capital de la provincia, los ciudadanos que no vivan en dichas capitales habrán de desplazarse hasta ellas para asistir a sus juicios o verificar la marcha de sus asuntos con el consiguiente gasto (para ellos) que esto implica. ¿Podemos cuantificar ese gasto para ver si al conjunto de los españoles la creación de estos Tribunales de Instancia les supone algún ahorro? Pues sí, podemos hacerlo, así que vamos a tratar de fijar el costo mínimo que estos «Tribunales de Distancia» van a suponer para los administrados que los usen. Tengan la paciencia de seguirme y se llevarán, ya se lo adelanto, una buena sorpresa.
Para calcular el coste mínimo lo primero que hemos de hacer es averiguar la población que se quedará sin un juzgado cercano a causa de la creación de estos Tribunales y, para ello, nada mejor que listar en una hoja de cálculo todos los partidos judiciales de España que no son capital de provincia en donde se recojan sus respectivas poblaciones, el número de asuntos tramitados y los kilómetros que lo separan de la capital. Me he tomado el trabajo, no poco tedioso, de confeccionar dichas hojas de cálculo tan sólo en lo relativo a la jurisdicción civil y el resultado pueden encontrarlo aquí. Observen que sólo figuran los partidos judiciales peninsulares pues, respecto de los insulares, podemos escribir un post cómico en relación a las «economías de escala» que el nuevo sistema genera. Así pues, seremos benevolentes y pasaremos por alto el hecho de que España tiene islas.
Conforme a las tablas que han podido consultar, la distancia media que separa las poblaciones actualmente con juzgado de la capital de la provincia es de 56 kilómetros y, en este punto,ñ debemos hacer notar que esta cifra media se debe en buena parte a que en las áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona y Valencia existen muchos partidos judiciales extremadamente cercanos a la capital por que, si nos vamos a las zonas menos pobladas de España, uno puede observar cómo los pobres vecinos de Herrera del Duque (Badajoz) han de recorrer 200 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para acudir a la capital a hacer un juicio, o cómo los habitantes de Puigcerdá habrán de hacer más de 300 kilómetros por carretera para ir a solucionar un asunto al juzgado. Pero, seamos indulgentes de nuevo y sigamos.
Siendo la distancia media (así de benévolamente calculada) de 56 kilómetros, podemos constatar en las tablas que les dejo cómo estos juzgados no capital de provincia han tramitado en el año 2012 la nada despreciable cantidad de 766.708 asuntos civiles lo que, calculando el trayecto de ida y vuelta, suponen un total de 85.871.296 kilómetros a recorrer.
Claro que estos casi 86 millones de kilómetros no los recorre una persona sola. Para ir a juicio no sólo han de estar presentes las dos partes sino sus abogados, los testigos, los peritos… Volvamos a ser extremadamente benevolentes con el gobierno y consideremos, de forma absolutamente utópica, que sólo DOS personas acuden a juicio lo que eleva el número de kilómetros a 171.742.592. Con estos datos podemos calcular ya el gasto que en gasoil supondrá para los ciudadanos que no vivan en capital de provincia acudir a sus juicios civiles (insisto en lo de civiles y luego verán por qué). Para ello consideraremos que estos españoles tienen un coche de una antigüedad media de 10 años (la antigüedad media del parque de automóviles en España es de más de 11 años) y tomaremos como vehículo modelo el más vendido en el año 2004, el Renault Megane en su versión más económica diesel por su menor consumo. Este vehículo, como pueden ustedes fácilmente comprobar, tiene un consumo medio de 5,5 litros a los 100 kms., lo que supone un consumo de 0,055 euros el kilómetro. Lo que queda de la operación es fácil, multiplicamos el número de kilómetros a recorrer por el consumo por kilómetro lo que nos arroja la nada desdeñable cantidad de 9.445.842,56 litros de gasóleo A que, multiplicada a su vez por su precio a día de hoy (1,32 euros) nos da como resultado final 12.468.512 euros con 17 céntimos.
Bien, ya sabemos que llevarse los juzgados a la capital de provincia costará a los españoles que no vivan en ellas 12 millones y medio de euros tan sólo para atender a los juicios civiles. Y esta cantidad ¿es mucho o poco?
El primer término de comparación que a uno le viene a la cabeza es el del coste de mantener los edificios judiciales de que en este momento disponen esos municipios pues, si el coste para los ciudadanos de sólo el gasóleo es superior al coste del mantenimiento de los edificios, convendrán conmigo en que eliminarlos no supone ahorro alguno; así que, consultemos los presupuestos generales del estado a ver qué nos dicen y la sorpresa sería importante pues el gobierno central apenas si gasta 3,6 millones de euros en cánones, arrendamientos, reparación, mantenimiento y conservación de edificios… Puestos a ser benevolentes podemos añadir otros costes que tendría que seguir realizando la administración tales como como agua, luz, material de oficina, incluso gastos protocolarios… Y entonces la cifra a añadir sería de unos 12 millones, prácticamente la misma cantidad que gastarán los habitantes de los desparecidos partidos judiciales en gasolina. Pero no se engañen, el traslado de los juzgados a la capital no supondría ahorro alguno en electricidad o agua o material de oficina pues las funciones allí trasladadas seguirían exigiendo de dichos servicios de forma que podemos concluir que, tan sólo por lo que respecta a la jurisdicción civil, la «cancamusa del ahorro» se revela como una completa falacia. Los españoles sufrirían un coste de 12 millones en dicha jurisdicción y el gobierno central un ahorro de tan sólo 3 y medio.
Es verdad que bastantes comunidades autónomas mantienen ellas mismas sus edificios pero, a día de hoy, desconozco que ninguna de ellas esté de acuerdo con el programa, más provinciano que provincializador, del gobierno por lo que analizaremos los costes y ventajas autonómicos más adelante.
De esta forma podríamos concluir el post afirmando que, para que el gobierno central ahorre 3 millones de euros los españoles se verán obligados a pagar 12 millones sólo en combustible pero eso, ¡ay!, sólo en la jurisdicción civil porque, si miran las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, la jurisdicción civil sólo supone una sexta parte de lo que supone la jurisdicción penal (1.670.305 asuntos civiles ingresados en 2013 frente a 6.304.949 asuntos penales ingresados) por lo que, tranquilamente, podrían ustedes multiplicar por 6 el gasto de los españoles y aún se quedarían cortos. Y digo que se quedarían cortos porque la asistencia a juicio en el caso de la jurisdicción penal en muchos casos no se hace en el vehículo particular de uno sino que el administrado es conducido bajo la vigilancia de la fuerza pública en vehículos oficiales. ¿Imaginan ustedes lo que ocurriría todos los días en Algeciras si la policía hubiese de conducir hasta Cádiz (120 kms.) a todos los detenidos? ¿Imaginan el coste de esos 240 kms de ida y vuelta en términos de horario y extras de policías? ¿Imaginan el coste? O… ¿Imaginan ese pobre vecino de Herrera del Duque (Badajoz) conducido 200 kms. hasta la capital de provincia por haber sido denunciado por violencia doméstica? ¿Cuánto cuestan al estado esos 400 kms (ida y vuelta) que ha de hacer un vehículo de la Guardia Civil con dos agentes exclusivamente destinados a ello? ¿Y qué me dicen de la vulneración de derechos y penosidad de la situación del detenido?
No. Es falso que cerrar sedes produzca ahorros, no es más que la primera de las muchas cancamusas que el ministerio viene lanzando para imponer «contra tenorem rationis» una planta judicial que favorece a unos pocos en perjuicio de todos, una descabellada planta judicial que, por cada euro ahorrado al gobierno central supone un coste de 24 euros a los administrados. Un auténtico dislate desde el punto de vista económico y desde el punto de vista jurídico y organizativo; pero eso lo iremos analizando en los siguientes post de esta serie. Por hoy vale, aunque, créanme, no basta con indignarse: si está usted en contra de esta aberración y desea defender los juzgados de su ciudad puede usted dirigirse a su ayuntamiento por escrito, pídale que se pronuncie y recuérdele que, dentro de un año, hay elecciones y usted tiene un voto..
Palma Inacio

Hace unos días hablaba con unos amigos de las grandes ventajas que ofrecía internet para el activismo social y político de los ciudadanos y les recordaba aquellos no tan lejanos años 70 en que, privados de la libertad de expresión y de imprenta, los activistas españoles imprimían octavillas usando imprentas artesanales llamadas «vietnamitas». Aquellos hombres se jugaban la libertad tan solo por imprimir y repartir unos puñados de octavillas que ellos, soñaban, cambiarían el curso de las cosas.
Y hablando de aquellos hombres me vino a la memoria la figura de Herminio da Palma Inacio, un resistente contra la dictadura portuguesa de Salazar que acabó convirtiéndose en el primer pirata aéreo de la historia al secuestrar un avión Super-Constellation que hacía la ruta Casablanca-Lisboa.
Fue el 11 de noviembre de 1961, Palma Inacio logró tomar el control del aparato y lanzar desde él octavillas sobre la Lisboa de Salazar pidiendo elecciones libres; luego hizo volver el avión a Marruecos, pidió perdón por su acción a los pasajeros, regaló una flor a las damas que viajaban en el avión y a continuación se esfumó.
Hoy que podemos hacer llegar nuestros mensajes virtualmente a todo el mundo me acuerdo de aquellos hombres, de los impresores de «vietnamita» y de Palma Inacio quienes arriesgaban su libertad y su vida por hacer algo que hoy es trivial para nosotros.
Y pienso que algo debemos estar haciendo muy mal.
El manifiesto #T
Para hacer de España un país justo hay que empezar por los principios: El Manifiesto #T
Carteles de precampaña #T
No hay campaña sin carteles y en #T no vamos a ser menos. Para la precampaña hemos preparado dos carteles electorales en formatos DINA4 y DINA4 porque, a diferencia de otros grupos, en #T los carteles nos los imprimimos nosotros mismos.
En #T el slogan no es el mismo siempre (aquí no hay pensamiento único) sino que lo escoges tú mismo; cuando tengamos un buen número de slogans diferentes ya decidiremos cual nos gusta más pero tú siempre podrás usar el que prefieras.
Puedes descargar el modelo de cartel en los siguientes enlaces:
DINA3 http://labrigadatuitera.files.wordpress.com/2014/04/cartel-t-din-a31.doc
DINA4 http://labrigadatuitera.files.wordpress.com/2014/04/cartel-t-din-a4-word1.doc
¿Por qué usamos un código QR como imagen de campaña?
El código QR permite que las personas que vean el cartel puedan leerlo con su teléfono y sean dirigidos directamente a la página web de nuestro manifiesto.
¿Qué debo hacer con las plantillas?
Lo que quieras. Abre las plantillas, escribe el slogan de campaña que prefieras o que más te guste, imprímelo y colócalo donde te parezca bien hacerlo. Si tomas una foto y nos mandas el slogan que has escrito mejor que mejor.
Hasta siempre Presidente, fue un honor servir a tus órdenes
El piloto automático
Alguien preguntó a Draghi, el Presidente del Banco Central Europeo, al día siguiente de las últimas elecciones italianas, hace un año, si le preocupaba el resultado electoral. Su respuesta fue iluminadora:
“No hay razones para preocuparse de forma particular. Sea quien sea quien gobierne, en lo relativo a las grandes opciones existe un piloto automático que garantiza la ruta
Me gustaría saber desde cuando el gobierno democrático de los hombres está en manos de un piloto automático y, sobre todo, quién lo maneja.
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Justicia de chirigota
Quizá ustedes no lo sepan pero la primera sede del Tribunal Supremo de España estuvo en Cádiz, justo en el edificio que se ve a mi espalda en la fotografía de arriba.
Siempre que vengo por esta ciudad (y ocurre a menudo) me gusta pasar por esta sede del Tribunal Supremo y por el Oratorio de San Felipe Neri a festejar la libertad, la justicia y la madre que las parió: Cádiz.
Ahora el Tribunal Supremo ya no está aquí, obviamente, y sus escaleras en Carnaval se convierten en el escenario ideal para que el pueblo deje oír su palabra sabia y dicte sentencia sobre los asuntos de España: Un Tribunal de Chirigotas.
Y al paso que vamos quizá convenga devolver la sede del Tribunal Supremo a Cádiz porque, reforma tras reforma, nuestro ministerio está haciendo de nuestros tribunales un lugar donde la justicia en breve será poco más que un trampantojo judicial: menos independiente y con mucha menos gracia que este que ven. Créanme.
Cosas de Cádiz
Cadiz nunca defrauda, créanme. El arte o la sorpresa aguardan en los lugares más inesperados a quienes saben mirar, oír o sentir. Como suena.
Hoy, como todos los años por carnaval, andaba yo por La Viña escuchando chirigotas ilegales y disfrutando de la creatividad inagotable de esta tierra; pero, ya sea porque me hago mayor o ya sea porque soplaba un levante más que frescachón que hacía desapacible la noche, he decidido volver a casa temprano: A eso de las 3:30 am.
No es fácil encontrar en Cádiz taxis en carnaval, pero he tenido suerte y he visto uno detenido rindiendo servicio en el Campo del Sur a la altura de Sagasta, así que me he apresurado a cogerlo.
Después de casi cinco horas escuchando chirigotas me ha llamado la atención que el taxista llevase puesta muy bajita en el coche música flamenca, le he pedido que subiese el volumen y el hombre (un joven con gorra de lana al estilo rastafari) lo ha hecho inmediatamente y con gusto.
-¿Soleá de Alcalá? (Le he preguntado)
-Sí (ha respondido él) e inmediatamente ha comenzado a «hacer compás» con notable virtuosismo sobre el volante.
-¿Le gusta a usted el carnaval? Me ha preguntado al cabo de un ratito
-Mucho (le he contestado) llevo 23 años viniendo a oír cantar a las ilegales por la calle.
-Pues mire, a mí nunca me ha apasionado, será que de tanto escuchar…
-Ya… (le he dicho) a usted le gustan otras cosas por lo que oigo, pero muchos flamencos disfrutan y cantan carnaval, recuerde a Chano Lobato o a Rancapino…
-Los flamencos de aquí, todos, (me ha dicho) han cantado carnaval… hasta el mismo Camarón.
-¿Hasta Camarón? (le he preguntado incrédulo) ¿De verdad?
-Hasta Camarón, se lo juro, puede usted preguntar. Pero yo soy de Jerez y me gustan más otras cosas… El Torta, El Capullo… ¿Sabe usted que yo he sido palmero de El Torta y de muchos otros cantaores?
Y ahí ha comenzado una larga conversación a taxi parado porque mi taxista, Manuel Vinaza, artista flamenco en su vida real, ha comenzado a enseñarme fotos de actuaciones suyas con los mejores artistas flamencos… Palmeando, dando «la pataita» por bulerías, en La Unión, en Dubai, en decenas de lugares y con decenas de buenos cantaores…
Me ha hablado de flamenco, de lo que le gusta y de lo que no («Cuando ha reconocido la Soleá de Alcalá he pensado que con usted se podía hablar»), de lo que ha hecho y de lo que iba a hacer, me ha dejado sus señas, nos hemos tomado una foto en el taxi y nos hemos despedido con la promesa de que iré a verle en cuanto actúe cerca de Cartagena.
Y ahora, antes de dormir escribo esto, para que no se me olviden los detalles de este encuentro en Cádiz, un lugar donde puedes encontrar arte y artistas en los lugares más insospechados. Porque Cádiz nunca defrauda y siempre te regala algo, aunque sea un ratito de charla con un artista.








