Compañeros de Colegio

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Os echaremos de menos. De la Bocana a Bocagrande, de Cartagena a Cartagena. En Colombia asesinan a un abogado cada 9 días por el mero hecho de cumplir con su deber. Van ya 700, al menos 20 en Cartagena de Indias y nunca se acaban de investigar sus muertes.

Cuando muere un abogado en Cartagena (en cualquiera de las muchas Cartagenas del mundo) sentimos que asesinan a uno de los nuestros, a un compañero de ese colegio que es más que un lugar en el mapa. Porque la libertad no tiene más patria que el corazón de la gente. Que tengáis suerte, pronto estaremos allí. Cartagenas del Mundo. Cartagenas del Alma.

Abogados de las Cartagenas del Mundo

En Cartagena ya no disparan los cañones

 

En Colombia un abogado es asesinado codad 9 días. Soy abogado en Cartagena (España), ejerzo mi profesión con libertad e independencia y tengo un colegio que -de ver en riesgo esa libertad e independencia- estoy seguro que me respaldaría frente a cualquier intromisión.

En Colombia no existen los Colegios de Abogados. Para ser más exactos no existen como se conciben en España. Hay allí un centenar o más de Colegios, Círculos y Clubs de Abogados, de carácter privado y voluntario, sin ninguna o muy escasa incidencia en la actividad profesional y en la vida jurídica del país, enormemente rica, pero que se mueve por otros caminos y sin tener en cuenta las más de las veces a los abogados y su realidad profesional y personal.

Por eso, el próximo 1 de marzo los abogados de la Cartagena de España nos hermanaremos -aunque ya lo estemos en el corazón- con los de la Cartagena del otro lado del mar, la Cartagena de Colombia, la Cartagena del Caribe, la Cartagena de Indias.

Porque los sentimos compañeros y porque podemos ayudarnos. Merece la pena.

Mentiras sin tasa sobre las tasas

Ayer el gobierno anunció que rebajaría las tasas judiciales en un 80% http://www.lavanguardia.com/politica/20130222/54367022272/gobierno-aprueba-real-decreto-reduce-80-tasas-judiciales.html Hoy la nota de prensa del Consejo de Ministros dice que la reducción de las tasas sólo supondrá una reducción del 5% en los ingresos previstos por este concepto. http://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/enlaces/220213enlacejusticia.htm

O no saben calcular, o pretenden engañarnos o ambas cosas a la vez. Para llorar.

Apertura Española y Defensa Siciliana

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Como sabe cualquier jugador de ajedrez medio, para evitar las aperturas abiertas y en especial la apertura española, las negras idearon las defensas semiabiertas de entre las que, sin duda, la defensa siciliana es la más popular.

Esta noche leo que Intereconomía y La Gaceta, dos medios de comunicación inequívocamente conservadores, atacan ferozmente al presidente del gobierno en su portada de mañana. Y me pregunto: ¿Este súbito cambio de orientación en contra de Rajoy en favor de quien se hace? Muchos han señalado inmediatamente a Esperanza Aguirre, oportunamente desaparecida de escena antes del Armagedón Barcénico. ¿Estamos ante un Gambito de Rey o de Dama?

Juegan con el país como si de una partida de ajedrez se tratase, mueven sus peones intentando hacerse con el control de España. No sé.

Lo que sí sé es que todo este espectáculo de sobres, eres, mamancias e indecencias varias es un cenagal con aroma inequívocamente mafioso.

Sí, como cualquier jugador de ajedrez medio sabe, lo mejor es evitar la apertura española usando la defensa siciliana.

Discurso del Jefe de Protocolo del Círculo Cultural Faroni en el Gremio Literario de Lisboa

Por su indudable importancia reproduzco el discurso que el Jefe de Protocolo del Círculo Cultural Faroni pronunció, bajo los auspicios del Instituto Cervantes, en el Gremio Literario de Lisboa el 28 de septiembre pasado con ocasión del vigésimo aniversario del Círculo Cultural Faroni. Siendo la impostura uno de los pilares del Círculo no es de extrañar que me mencionase como presente en el acto y que me transplantase de Cartagena a Murcia. Tómenlo como una licencia literaria más. Este es el discurso bilingüe que nuestro Jefe de Protocolo pronunció:

«Caros amigos, sejam todos muito bem-vindos:

Antes de mais, gostaria de agradecer ao Instituto Cervantes e ao Grémio Literário os entusiastas apoios que têm permitido hoje nos juntar para esta sessão comemorativa de dois vigésimos aniversários.

O primeiro é o da publicação de um dos romances mais marcantes do panorama literário finissecular em Espanha, “Jogos da Idade Tardia”, de autoria do Luís Landero, aqui presente, quem fará uso da palavra dentro de breves instantes.

O segundo aniversário é o do Circulo Cultural Faroni, alguns de cujos mais distintos membros hoje estão também connosco.

Temos a Maria Tena, autora de muitos e excelentes romances, quem como sem dúvida nenhuma recordarão os consócios do Grémio, nos falou recentemente sobre os aspectos da sua literatura. Temos também o José Muelas, distinto bastonário dos advogados da região de Múrcia; o Jesús Alonso, conhecido produtor da televisão espanhola; a Iraida González, advogada e escritora; e a Marta Sanuy, directora de uma das mais conhecidas escolas de literatura criativa na Espanha.

Permítanme que ahora prosiga en castellano.

Esta tarde hablaremos de un tema eminentemente landerista: la interacción entre ficción y realidad. Lo haremos glosando el pensamiento de Augusto Faroni, espejo ideal en el que quieren reflejarse los personajes centrales de la novela “Juegos de la Edad tardía”.

Qué duda cabe que Augusto Faroni no existe, ni siquiera en el mundo de la ficción. Es más, no sabemos casi nada sobre el contenido de su pensamiento o sobre los pretendidos méritos de sus obras. El lector de Landero poco descubre sobre Faroni, más allá de su figura elegante y de su decidida apuesta por la aventura permanente. Sabrá, eso sí, que se trata de un dandi, tal vez del último dandi del siglo XX, aunque el dandismo faroniano no sea tanto el de Brummel como el de Eugenio de Aviraneta, descrito con total maestría por ese novelista anti-dandi por antonomasia que fue don Pío Baroja.

El dandismo de Faroni es también el de uno de nuestros más ilustres consocios del Grémio. En efecto, Eça de Queirós comparte con Faroni algo más que una simple travesura literaria. Recordemos que el gran Eça, junto con su cómplice y co-autor Ramalho Ortigão, descubre lo divertido que es transformar la ficción en realidad. La figura de Augusto Faroni tiene también muchos rasgos de la de Fradique Mendes, heterónimo compartido con Batalha Reis, y al que el propio Eça definiria como “verdadeiro grande homem, pensador original, alma requintada e sensível». Palabras con las que igualmente podríamos describir a Augusto Faroni.

Aquel grupo formado por Eça, Ramalho, Oliveria Martins o Arnoso, se entregó en su día a esos mismos juegos de la edad tardía que dieron sentido a la figura de Faroni. Formaron, no lo olvidemos, un círculo cerrado, con afanes secretistas en el que cada uno podía representar el papel que más le apeteciera.

Aquel grupo, que ellos mismos bautizaron como “Os vencidos da Vida”, se reunía precisamente en estos mismos salones. Al igual que ocurrirá un siglo después con el Círculo Cultural Faroni, en un primer momento se limitaron a fabular, diseñando la ficción. Luego entraron con paso firme en un proceso mucho más interesante que pretendía, además, transformar la realidad. De esta manera, pasaron de ser meros fabuladores a convertirse en auténticos con-fabuladores. No olvidemos que el dandismo y la conspiración, como demostró en su día el bueno de don Pío, suelen ir de la mano.

El lector de la obra de Landero también sabe que son sus propios personajes los que crean el Círculo Cultural Faroni. Su intención es difundir el pensamiento y las obras de ese ideal hacia el que ellos mismos aspiran. Recordemos que, en palabras de Landero, “Faroni es la brisa mágica de un ideal de oro”.

A partir de ahí es cuando la ficción comienza a actuar sobre la realidad. Con esos dos únicos elementos que se desprenden de la lectura, – el dandismo y una descabellada apuesta anarco-institucional –, un grupo de entusiastas lectores, tal vez los primeros que podríamos calificar como landeristas, no sólo fundan el Círculo Cultural Faroni sino que des-velan – esto es, re-descubren – el contenido de su obra, analizan, glosan y difunden el hasta entonces inexistente pensamiento de Augusto Faroni, concediéndole, de alguna manera, carta de naturaleza.

De esta manera, qué duda cabe que la realidad se hace ficción. Nos encontramos con una serie de sujetos, serios, formales, algunos incluso respetables, rozando ya aquellas edades en las que rara vez uno se permite el lujo de perder el tiempo, que se aventuran por la senda de lo desconocido. Se convierten en exploradores de la ficción. Impostan sus vidas y se entregan con fervor a esos juegos que, según sostiene Landero, son propios de la edad tardía.

Porque la impostura, es cierto, es parte esencial de las reglas de ese juego recién descubierto por Faroni. Idéntico planteamiento es el que también sostiene Pereira, aquel gran personaje del llorado Tabucchi, cuando entre limonada y limonada alecciona a su joven aprendiz en los no siempre fáciles menesteres para llevar a cabo sus impostadas tareas, que no son otras que redactar esquelas de personajes todavía vivos pero que algún día fallecerán.

Las reglas del juego faroniano se completan con la persecución del afán, o mejor dicho, de los afanes, que son esa otra parte esencial del pensamiento faroniano. La impostura es única, mientras que los afanes, y esto es importante, son muchos y variados.

Si lo que uno pretende es descubrir la esencia faroniana, resulta imprescindible remontarse a los orígenes fundacionales del Círculo Cultural Faroni.

Sabido es que cuando se crea un país lo primero que hay que hacer es diseñar una bandera y componer un himno. Faroni no tiene himno, pero sí un manifiesto que tiene parentescos con el de André Breton y, sobre todo, con el Ultimátum Futurista a la juventud portuguesa de Almada Negreiros.

De igual manera, en lugar de bandera, Faroni enarbola la letra “F”, a modo de orgulloso emblema. Por eso, cuando Luis Landero se digne por fin aceptar el puesto que le tenemos reservado en la Real Academia Española, no podrá sino ocupar el sillón F mayúscula.

De esta manera, la ficción se hará definitivamente realidad. De hecho tal ha ocurrido cuando hemos visto en estos tristes días, por motivos que nada tienen que ver con Faroni, cómo las calles de Lisboa se han llenado de carteles en los que podían leerse, al igual que en el manifiesto del Círculo Cultural Faroni: “Basta; es el fin; se acabó”.

20 años de Círculo Cultural Faroni

El pasado Viernes se celebraron los 20 años del Círculo Cultural Faroni en los salones del Gremio Literario de Lisboa, bajo los auspicios del Instituto Cervantes de esa ciudad.

No pude asistir.

Aunque soy miembro de su cátedra y fundador de este delirante Círculo, en la vida real soy abogado y no siempre puedo estar donde deseo.

Hoy he recibido un correo electrónico de nuestro ujier, Don Luís Landero, escritor. El autor de «Juegos de la Edad Tardía» me dice:

«Querido Pepe, cuánto te hemos echado de menos en Lisboa. Ay, con lo bien que lo hemos pasado y con lo mucho que tú hubieras lucido. ¡Y ese bacalhao, y esos tranvías, y esa tristeza tan dulce para compartir! Y aún más triste sin vosotros, sin ti, sin Jesús, sin Marcelo, sin Luis, sin nuestro president, sin… Pero creo que hemos estado a la altura y os hemos representado con la alta dignidad e impostada excelencia que todos vosotros merecéis. Un gran abrazo,

Luís»

Y me ha emocionado. Y lo pongo aquí. Para que no se me olvide lo que somos y lo que fuimos.

Libros de texto Creative Commons

No hay en una nación mayor riqueza que la de las personas que la integran; este capital humano es el mayor activo de que disponen los países para salir adelante y, a menudo, es el último activo que queda cuando todos los demás han sido agotados o dilapidados.

Este capital humano -primer y último recurso de los estados- es tanto más valioso cuanto mejor preparado está y es por eso que las naciones, en su inmensa mayoría, tratan de establecer programas que permitan acceder a todos sus ciudadanos a la educación.

No necesito ponderar los inmensos beneficios que se derivan de que los ciudadanos dispongan de elevados niveles de educación pues, si se reflexiona bien, es la educación la fuente de todas las demás riquezas y recursos materiales y morales; y es por eso que la educación se configura como un derecho por las Naciones Unidas en el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. La gratuidad de la educación es, como consecuencia natural de lo anterior, una derecho y una meta que los estados deben aspirar a lo lograr y así lo declara el artículo 13 del Pacto Internacional citado:

La «enseñanza primaria debe ser obligatoria y accesible a todos gratuitamente»;
La «enseñanza secundaria, en sus diferentes formas, incluso la enseñanza secundaria técnica y profesional, debe ser generalizada y hacerse accesible a todos, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita»;
la «enseñanza superior debe hacerse igualmente accesible a todos, sobre la base de la capacidad de cada uno, por cuantos medios sean apropiados, y en particular por la implantación progresiva de la enseñanza gratuita»

Y si esto es así, como lo es, el derecho a la educación gratuita ¿no debería implicar el acceso gratuito a los materiales de estudio?.

Los poderes públicos pagan con dinero de todos el trabajo de profesores, catedráticos e investigadores y, si ese trabajo se paga con dinero de todos ¿no debería también pertenecernos a todos el fruto del trabajo así pagado?

No tiene sentido que los libros de texto, por ejemplo, no sean accesibles gratuitamente para el conjunto de la población. Impedir ese derecho de acceso gratuito en defensa de intereses particulares es una de las decisiones más torpes y equivocadas que pueden adoptarse. Y una de las más inmorales también.

Hoy he tenido conocimiento de que en California se ha aprobado una ley para que las universidades públicas usen libros de texto con licencia Creative Commons Estas cosas son las que me devuelven la fe en el género humano.

Guerrilleros digitales

Ocurrió hace doscientos años. Un país atrasado, con un ejército derrotado, con su rey secuestrado, decidió que ninguna nación extranjera le impondría sus leyes, al menos sin su consentimiento.

Incapaces de oponer a la fuerza militar ocupante ninguna fuerza militar organizada, los habitantes de este país inventaron una forma de resistencia a la que llamaron «guerrilla» y el resultado fue espectacular: En sus combates contra los británicos, los napoleónicos – de acuerdo a los datos del historiador militar B.H. Liddle Hart- solo perdieron unos 45.000 hombres en cinco años, incluidos los prisioneros, pero el número de bajas francesas se calcula, de acuerdo a las versiones más rebajadas, en alrededor de 200.000, lo que permite deducir que en gran parte corrieron a cargo de la resistencia interior, ya que fue el ejército regular español el que llevó la peor parte en la mayoría de los enfrentamientos. Una estimación que corrobora el general francés Auguste Julián Bigarré, ayudante de campo de José I, al confesar que “durante la guerra de España las partidas han afectado a las tropas francesas mucho más que los ejércitos regulares; se ha admitido que las mismas asesinaban no menos de 100 hombres por día. Eso quiere decir que, en el espacio de cinco años, han matado a 180.000 franceses …”

El propio Napoleón, finalmente, hubo de reconocer la importancia que esta forma de lucha fue la que decidió en su contra la que el llamó «la desdichada guerra de España».

Convendría releer las confesiones que Napoleón hace en la isla de Santa Elena a su confidente Les Cases: “los españoles desdeñaron el interés para no ocuparse más que de la injuria, …. todos corrieron a las armas. Los españoles en masa se condujeron como un hombre de honor». O repasar la correspondencia de los militares franceses cuando describían este nuevo tipo de lucha: “Ningún español – dice el oficial francés Rocca en sus Memorias- se avenía a admitir que España estuviese vencida, y ese sentimiento, que estaba en el alma de todos, era el que hacía invencible a la nación, a pesar de tantas pérdidas y de las frecuentes derrotas de sus ejércitos”.

Impresionante ¿Verdad?; sin embargo, por raro que parezca, encuentro notables similitudes entre esta forma de actuar de los guerrilleros españoles y algunos aspectos fundamentales de la economía digital.

El economista de Harvard Yochai Benkler, en su libro «The wealth of the networks» (cuya lectura recomiendo encarecidamente) compara la economía industrial propia de la economía del siglo XX con la economía de producción social que, sobre todo en el campo de la producción de información, ha emergido en el siglo XXI con la irrupción de las nuevas tecnologías. Esta segunda forma de economía tiene una serie de rasgos básicos que, resumidamente, podrían reducirse burdamente a dos: La difusión generalizada de herramientas y tecnologías específicas susceptibles de ser compartidas o ser destinadas a fines alternativos sin apenas costo añadido para sus propietarios, en primer lugar; y un tipo de motivación especial que lleva a los propietarios de estos medios a darles unos usos determinados de forma aparentemente altruista.

Pongamos un ejemplo. Quienes leen estas lineas disponen sin duda de computadores que exceden, en la generalidad de los casos, sus necesidades de computación, de forma que, por ejemplo, podríamos aprovechar sin costo alguno para nosotros esas capacidades de computación no utilizadas para otras tareas. Así, por ejemplo, lo hace SETI.

Los primeros proyectos SETI surgieron bajo el patrocinio de la NASA durante los años 1970 -sin duda muchos de ustedes habrán visto fotografías del enorme radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico- y su misión es tratar de detectar alguna señal de inteligencia extraterrestre. Las necesidades de computación de los proyectos SETI se solventan a través de una iniciativa llamada SETI@home

SETI@home es un proyecto de computación distribuida, y alcanzó gran transcendencia al diseñar y llevar a cabo un nuevo programa que se ejecuta en el ordenador del usuario, mediante el cual es posible participar en otros proyectos que requieren grandes cantidades de proceso. En su forma más sencilla consiste en un salvapantallas que, cuando el usuario no utiliza su ordenador, permite que la capacidad de computación del mismo sea usada para proyectos de SETI.

La importancia de esta forma distribuida de computación la comprenderán si les menciono algunos proyectos que comparten la infraestructura mencionada (se mencionan los que más tiempo llevan):

Einstein@Home:Busca púlsares (estrellas de neutrones) usando los detectores de onda gravitacionales LIGO y GEO 600. Están apoyados por la Sociedad americana de Física (APS).

Climate Prediction: Tiene por objetivo realizar simulaciones meteorológicas para conseguir realizar previsiones más acertadas.

Rosetta@home: Pretende desarrollar un método para la predicción y el diseño de proteínas y sus interacciones. Un proyecto que puede contribuir a la investigación y búsqueda de solución a muchas enfermedades humanas.

LHC@home: Es un proyecto para ayudar a los científicos del CERN en las simulaciones de partículas en el interior del LHC (Large Hadron Collider).

Los usuarios pueden libremente apuntarse a los proyectos que quieran.
Hay más de 5 millones de usuarios en más de 200 países que están participando en este programa, y han contribuido con 19.000 millones de horas computadora. A día de hoy, probablemente, esta capacidad combinada de computación hace de SETI@home el computador más potente del mundo.

Y si SETI@home ilustra la tremenda potencia que resulta de combinar los recursos de computación no utilizados por el ser humano, quizá el proyecto GNU/Linux sea el mejor exponente del tipo de motivación que lleva al ser humano a generar conocimiento e información de forma distribuida, si bien, este proyecto, para su correcta explicación precisaría no de un post sino de varios volúmenes.

En ambos casos, los participantes, dedican a esos proyectos una parte de su tiempo y no porque «tengan» que hacerrlo, sino porque «quieren» hacerlo pero, en esta ley de grandes números, su potencia creativa supera a la de cualquier industria hasta el punto de que usted, hoy, ya no podría vivir sin los productos de este proyecto realizado de forma altruista por miles de personas.

Y volvamos a la guerrilla.

El guerrillero compartía con los participantes en el proyecto GNU su independencia de ningún ejército formal pre-establecido. Dedicaba a la guerrilla, en la mayor parte de los casos, el tiempo que le sobraba de las labores diarias. Tras la acción o la emboscada de turno volvía a sus ocupaciones habituales. Esto no quiere decir que el guerrillero no estuviese organizado (particularmente en Cataluña donde somatenes y migueletes tenían particular implantación) sino que su organización era distinta de la del ejército regular. Cuáles eran los motivos que llevaban a estos guerrilleros a emboscarse y matar franceses la dejo a su buen juicio.

Como en el proyecto SETI, estos guerrilleros de entonces no precisaban ser equipados con otras herramientas que las que ellos mismos ya tenían en casa: Trabucos y facas, usados con decisión, eran unas muy eficaces herramientas en manos de los guerrilleros. La capacidad de infligir daños de estos «guerreros a tiempo parcial», siendo ellos muchos, era enorme y los datos franceses lo confirman. La guerrilla fue el primer caso de «guerra distribuida» o de una «economía social de guerra». La palabra «guerrilla», desde entonces, es la más internacional de las palabras en castellano y con ella se designa, incluso en inglés, esta singular forma de lucha que ejemplifica la eficacia que puede llegar a tener una tarea distribuida cuando la realizan personas suficientemente motivadas.

Ahora que Wikipedia ha jubilado al resto de las enciclopedias, cuando sus redactores guerrilleros han demostrado ser más fiables que la propia Enciclopedia Britannica, es el momento de pensar hasta dónde puede multiplicar el género humano sus potencialidades apoyándose en el mejor capital que posee: las propias personas.

No hay mayor riqueza en una nación que la de sus hombres, decían los antiguos y es verdad; a quienes gobiernan les corresponde crear las condiciones para que todo el talento y creatividad de las personas sea eficazmente aprovechado; tratar de contenerlo o confinarlo no sólo es perjudicial y contrario al interés de todos sino que, antes o después, el talento acabará echándose al monte.

La catarsis necesaria

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Catarsis (del griego κάθαρσις kátharsis, purificación) es una palabra descrita en la definición de tragedia en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental y espiritual. Mediante la experiencia de la compasión y el miedo (eleos y phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación del alma de esas pasiones.

Hoy en España somos los ciudadanos los protagonistas de la tragedia a que nos ha conducido, como en las viejas tragedias griegas, la hybris, la desmesura insensata de nuestras clases dirigentes.

Sin embargo no parece que estas clases dirigentes quieran sufrir, ni siquiera contemplar, el sufrimiento de los protagonistas de esta tragedia. Veo al presidente de nuestra nación presidir acontecimientos deportivos mientras arden los bosques, entregar códices recuperados -cual si fuese él quien los encontró- mientras mueren servidores del estado tratando de apagarlos, le veo presidir eventos sociales pero no le veo llorar con las víctimas ni sufrir con quienes, en primera línea, sufren las crueles dentelladas de la desgracia. Insensatas campañas de imagen -no sé qué locos asesores tendrá- hacen que asocie su presencia a sietemesinos éxitos deportivos en lugar de asociarla al sufrimiento de los derrotados, de los suyos, que somos nosotros.

Nuestra clase dirigente, política y financiera, está dominada por la hybris. No sufren con su pueblo, carecen de compasión («que se jodan») y ya sabemos que, como en las tragedias griegas, a quien los dioses quieren destruir primero lo vuelven loco de hybris.

Hoy que Canarias arde sin control, que uno de cada cuatro españoles carece de trabajo, que ni siquiera el mínimo vital de subsistencia está garantizado; hoy, que se les niegan los cuidados médicos a personas que los necesitan, que se escatima la educación de nuestros hijos y se recorta su futuro para pagar unas deudas pasadas; hoy, estos espectadores de lujo de la tragedia nacional, siguen sin estar dispuestos a sufrir con los protagonistas. No les veo llorar, no veo su congoja, no les veo estar con quienes deben de estar. Y lo peor es que, quienes aspiran a sustituirles ya demostraron en el pasado que tampoco eran capaces de eso.

Sufrir con quienes sufren, experimentar el horror y la compasión, es el primer y necesario paso para purificarse y, esto, más que otra cosa, es lo que necesita una clase dirigente pervertida y en bastantes casos corrompida por pasados excesos.

Vienen a la memoria con facilidad imágenes del pasado. Desde los recuerdos en blanco y negro vuelven las imágenes de Churchill pisando los escombros de las casas bombardeadas y dando apoyo y consuelo a sus compatriotas, vuelven las imágenes del general Gutiérrez Mellado enterrando a sus hombres, militares muertos en un clima de inaudita tensión, sufriendo con las víctimas y enfrentándose con valentía a quienes pretendían aprovechar el dolor ajeno en beneficio propio, se echa de menos a hombres que, siendo presidentes del gobierno, no dudaban en jugarse su vida por las libertades de sus compatriotas. Quizá eran otros tiempos. Pero se echan de menos hombres y gestos como esos, hombres y gestos que parecen hoy patrimonio exclusivo de un pasado no tan remoto.

Hace falta que sepamos -que sintamos- que sufrimos juntos, que nuestra hambre es su hambre y nuestro miedo su miedo; porque, si no, dejarán de ser de «los nuestros» y caerán dentro de esa maldita tercera persona del plural con que designamos a quienes nos son ajenos: «Ellos». Si entre la clase dirigente y su pueblo se levanta esa barrera (hoy sabemos ya con exactitud a quien nos referimos cuando hablamos de «ellos») las cosas se pondrán muy mal y las consecuencias serán imprevisibles.

Hace falta catarsis.

Gracias a todos

Yo no quiero tener un millón de amigos, yo quiero tener los que tengo porque son fantásticos. Hay enfermedades que curan con sobredosis de cariño y eso, creedme, lo he comprobado recientemente. Gracias a todos, a los del Colegio, a los del Twitter, a los seguidores de mis blogs, a los que juegan al ajedrez, a los que cantan flamenco, a los del Círculo Cultural Faroni, a los abogados, a los informáticos, a los telecos, a los chicos, a las chicas, a los casados, a los solteros, y hasta a algunos clientes que se revelan como algo más que clientes… Gracias a todos, sois fantásticos.