Manolo Hernández era el hombre que más veces había caminado hasta Santiago, no hablo de decenas o centenas de veces, creo no equivocarme si digo miles. Manolo era un hombre valiente y tuvo el coraje como decano de contar su verdad en los plenos del CGAE, algo que casi nadie es capaz de hacer si no tiene el valor que tenía Manolo.
Fue tres veces decano de Sabadell y siempre supo el lado del que debía estar un decano, que es al lado de los suyos, de los abogados y abogadas de a pie. Cuando vi que aparecía por el Congreso de Córdoba de 2019 supe que habíamos acertado porque si Manolo estaba allí es porque estábamos en el camino y en lugar correctos.
Hoy me entero que ha muerto en Santiago, el lugar hasta el que caminó más que nadie en el mundo y algo se me rompe en el corazón porque, seguramente, nunca aprovechamos bastante su coraje y su ilusión. Si algo me consuela es que murió en ese lugar hasta el que caminó tantas veces, supongo que él no habría querido que fuese de otra forma.
Manolo, te recordaré siempre.