¿A quién pertenece la escultura: al escultor o al dueño del mármol?

Esta es la primera pregunta que hube de responder cuando inicié mis estudios de derecho; fue la primera pregunta de mi primer examen de derecho romano y debe de ser por eso que no la he olvidado casi treinta años después.

La verdad es que la pregunta admitía -y admite- respuestas diferentes, pero, como intuí que mi profesor quería saber si entendíamos lo que era la «especificación», yo respondí sin dudar que la escultura era propiedad del escultor en virtud de la mencionada «especificación». Continuar leyendo «¿A quién pertenece la escultura: al escultor o al dueño del mármol?»

¿Vale una imagen más que mil palabras?

Recuerdo que, de niño, era casi un tópico a principio de curso el que algún compañero de clase examinase los libros recién comprados y se quejase de las pocas ilustraciones que tenían. Un libro era «difícil» de estudiar si tenía pocas ilustraciones y las lecciones eran «cortas» si incluían varias imágenes que hiciesen que la cantidad de texto de la lección disminuyera. El debate sobre si una imagen «valía más que mil palabras» estaba inmediatamente servido.

Los matemáticos, en cambio, son gente seria y suelen buscar respuestas rigurosas incluso a preguntas tan, aparentemente, irresolubles. En 1948 Claude Shannon escribió un artículo titulado «A Mathematical Theory of Communication» que, en cierto modo, habría dejado sin sentido muchas de nuestras discusiones infantiles sobre el «valor» de imágenes y palabras.

El artículo de Shannon fue la piedra inaugural de lo que ahora se llama Teoría de la Información, la cual es una rama de la teoría matemática de la probabilidad y la estadística que estudia la información y, por supuesto, la cuantificación de la misma. Gracias a Claude Shannon podemos hoy 🙂 resolver con facilidad la cuestión de cuanta información hay contenida en una imagen o en mil palabras.

Para poder responder a esa pregunta es preciso, en primer lugar, definir una medida de la información. Démosla pues:

Sea E un suceso que puede presentarse con una probabilidad P(E). Cuando E tiene lugar decimos que hemos recibido

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unidades de información.

El nombre de la unidad de medida dependerá de la base del logaritmo, si el logaritmo está en base «e» la unidad de medida se llamará «nat» pero, si está en base dos, entonces estaremos ante nuestro muy conocido amigo el «bit». Así pues, el bit no es unidad de peso ni de capacidad ni de longitud: el bit es una unidad de medida de la información y aprovechándonos de él podemos resolver la cuestión planteada: ¿Qué contiene más información una imagen o mil palabras?.

Consideremos que la imagen a que hacemos referencia es una imagen de televisión en blanco y negro; la misma puede considerarse formada por una estructura de puntos negros, blancos y grises dispuestos en 500 filas y 600 columnas aproximadamente. Si cada uno de esos 300.000 puntos puede adoptar diez tonalidades de gris, el número de posibles imágenes distintas alcanza a 10 elevado a 300.000. Si todas son igualmente probables la cantidad de información contenida en una imagen es, más o menos, 10 elevado a 6 bits.

Veamos ahora cuanta información se contiene en 1000 palabras. Si el hablante tiene un vocabulario de 10.000 palabras (es una suposición) y ha elegido entre ellas 1000 completamente al azar la cantidad de información contenida en ellas es igual a 1,3 por 10 elevado a cuatro bits. Así pues una imagen de televisión en blanco y negro como la expuesta equivale a unas 100 palabras.

El tamaño de los ficheros informáticos ha dejado sin sentido el debate infantil. Solo con mirar el tamaño en bites, kilobites o gigabites de de los ficheros informáticos, ya sean de texto o de video o de cualquier otra cosa, podemos expresar con toda exactitud la cantidad de información contenida en ellos :-). Por eso personas como Martin Varsavsky pueden reflexionar sobre la «ineficiencia» del texto escrito a la hora de transmitir información ya que nos cuesta unas treinta horas leer un libro de pocos megas de información mientras que en hora y media hemos podido ver una película de más de un Giga.

En realidad, me dirían mis compañeros de clase infantil, esa teoría no resuelve la cuestión pues nosotros hablábamos del «valor», no de la «cantidad» de la información… y es verdad, pero esa es otra historia y otro post.

Legislación y algoritmo genético

Un algoritmo genético (Wikipedia, en castellano) es una técnica informática que imita el funcionamiento de la evolución biológica para resolver problemas, buscando, combinando y optimizando soluciones, y produciendo innovación. Opera mediante simulación por ordenador, combinando aleatoriamente soluciones posibles a un problema, para producir diversidad, y seleccionando las soluciones más aptas, que se vuelven a recombinar y evaluar en sucesivas generaciones. La aptitud media de cada generación va creciendo, y al final, se obtiene una solución si no óptima, convergente con lo óptimo. Continuar leyendo «Legislación y algoritmo genético»

Topologías

Las topología de las redes subyacentes en cada sociedad y momento son una manifestación de la ideología de esa misma sociedad.

Es un ejercicio de la máxima utilidad el tratar de comprender las realidades sociales a lo largo de la historia a través de la topología de las redes que se tejen en cada momento sobre las tecnologías, actitudes, agentes, recursos, estrategias, relaciones, criterios de éxito y reglas de enfrentamiento para determinados tipos de competencia o lucha dentro de la esfera sociocultural. Éste «pensamiento topológico» o «aproximación topológica» a las realidades sociales de cada tiempo nos revela aspectos decisivos de la mismas, incluída su ideología. Continuar leyendo «Topologías»

Prisión provisional y predictibilidad.

Señala Norbert Wiener con acierto (Norbert Wiener, «The human use of human beings», Da Capo Press, 1954, págs 105 y ss) que la ley enfrenta dos tipos de cuestiones distintas: La primera, de orden interno, es determinar cuales son los valores de justicia que la ley misma pretende encarnar y la segunda, de orden técnico, es encontrar el medio por el cual puedan hacerse efectivos en la realidad esos valores de justicia que la ley pretende encarnar. Dicho de otro modo, un aspecto sería el relativo a cómo se ha de legislar y el otro sería el relativo a cómo se ha de aplicar esa ley.

Cuales sean los valores de justicia que haya de encarnar la ley es cuestión que me interesa poco ahora, pues, como señala el mismo autor, estos valores son y han sido tan variados como variadas han sido las religiones o los sistemas éticos y morales a lo largo del tiempo y de la geografía. Cada tiempo y lugar han tenido uno y, en lo que a mí respecta, veo más vinculados estos principios de justicia a la teoría de juegos y la evolución que a fantasmales instancias sobrenaturales o principios eternos. Continuar leyendo «Prisión provisional y predictibilidad.»

¿Es ético descargarse libros de la red? (I)

Los estados crearon una red de bibliotecas públicas para que sus ciudadanos pudiesen leer, pues consideraban la instrucción pública un valor superior a los «derechos» de los autores y editores. Incluso obligaron a todos los autores que publicaban a depositar una serie de ejemplares de su obra en determinadas bibliotecas como requisito para poder imprimir y vender libros: el depósito legal. Ahora, gracias a la red, el público en general dispone de una biblioteca al alcance de sus dedos y puede descargar gratuitamente libros. ¿Qué diferencia hay entre ir a leer a una biblioteca pública o descargar de la red? ¿Descargarse gratuitamente libros de la red es una conducta poco ética? Continuar leyendo «¿Es ético descargarse libros de la red? (I)»